viernes, 2 de noviembre de 2007

gitanos

He pasado la tarde en mi cuarto, recostado, pensando. Pensamientos nada especiales, vagos, pero con una sensación muy suave. Cojo un libro, le saco el polvito del filo de la tapa, una tapa muy marrón con letras doradas. Una tapa brillante que me gusta.

Abro el libro. Es Isaak Babel. Leo: "Las hebreas de exorbitantes pechos -parecían negras-". Es una descripción como cualquier otra del funeral de un militar de artillería, batido por los bombardeos de aeroplanos; la guerra de los cosacos, los gitanos herreros, el camino lleno de lodo y el follaje. Paso, sigo leyendo otra escena más bien violenta. Después siento el calor de mi cuerpo y veo el colchón. Bestial mi colchón, azulito con porciones naranjas, pero paso el rato y sigo pensando, hasta que hay un vacío y estoy caminando por un barrio (me he quedado dormido, estoy soñando, pero en el momento no lo sé). Estoy buscando una casa, una casa como las de Magdalena del Mar; una de esas casas viejas, que se caen a pedazos y que están muy despintadas, pero de repente paso por una puerta y aparece una mujer. Tiene un velo. Le pregunto: "¿Le gusta esa casa?, ¿no tiene algo?". Tiene un jardín largo y la casa está como de costado. La mujer comenta sobre la casa. También le parece bonita, especial, -dice. Luego, imprevistamente, atraviesa la pared de la casa y desaparece. Me da miedo, y como una sensación de misterio, religiosa. Luego aparecen varias mujeres y empiezan a perseguirme, y termino recostado contra el piso, con el rostro y el cuerpo mirando el suelo. Me despierto.

Un poco de calor.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

curioso que tu sueño transcurra en magdalena, distrito amable quizá porque se parece a jesús maría. o al reves? el huevo y la gallina de nuevo? en fin, de cualquier modo, jesús, maría y magdalena son buen triunvirato, y, claro, el cuarto mosquetero: el mar

5 de noviembre de 2007, 21:38  

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