sábado, 27 de marzo de 2010

Vagamente pensando en cine

Siento que ha habido una particular riqueza en mis lecturas filosóficas últimamente. Tuve concentración, y se siente bien estar así, concentrado. Pero sólo es el inicio, y en realidad ahora estoy pensando en los libros que voy a llevar a Cuzco, que son libros que me despiertan ilusión. Estaba pensando en la biografía de Walter Benjamin que hay en la biblioteca de Sociales de la Católica, que es una edición especialmente placentera, crema, y en el libro de Pier Paolo Pasolini que también pienso llevar, "El caos-Contra el terror", de donde recuerdo algunos juicios sobre cine que suelta Pasolini sobre una película de Visconti, algo sobre planos e imágenes de las motocicletas de los nazis, y los faros de esas motocicletas si mal no recuerdo. Tengo por supuesto que se tratará de "The Damned", corrosiva película (ahora que lo pienso, gran parte del placer de ver a Visconti, al menos después, ya después del blanco y negro, está en el juego de los colores sobre el écran). Claro, son libros que simplemente voy a fotocopiar, nunca se valorará lo suficiente el inmenso servicio de las fotocopias, todo lo que uno quiere y ha querido determinados libros que fueron leídos en versión fotocopiada.

He vuelto a llamar repetidas veces a Vannes, y las conversaciones con Eric han girado una parte sobre Ezra Pound, sobre los textos publicados ya cuando se encuentra en el sanatorio de Saint Elizabeth, pero también hemos vuelto sobre detalles a los que yo presto neta atención, porque me parecen fascinantes. En francés el trabajo técnico de la fotografía se llama etalonage, y a veces consiste en jugar con unos colores básicos para llevar opacidades y luminosidades según el criterio que se desee. Eric, en esta primera etapa de su filmografía (Eric Vuillard), piensa mucho en los colores terrosos, pero en general la naturaleza se ha constituido en su cine inicial en un actor más, no es una parte secundaria de la historia, sino una parte netamente activa en la construcción del relato. Así que en el segundo de sus films, "Castigo", basada en el relato de Prosper Merimée que se llama "Mateo Falcone", la naturaleza, particularmente áspera, es imprescindible para llegar al centro de la historia. Me dice Eric que el etalonage esta vez le llevó cuatro meses, porque esta vez estuvo trabajando la fotografía cuadro por cuadro (según lo que leí en Deleuze, en un primer momento la película estaba constituida por 24 fotografías por segundo, pero al parecer ahora es un promedio de 32 fotos por segundo), de modo que ese modo de trabajo técnico sobre la fotografía no es para nada conocido en la industria francesa del cine, el trabajo del color foto por foto de cada foto que ingresa en el cuadro en un segundo. Me gusta comentarlo porque en Cuzco sobre el final, se formó una mancha magnífica de gente de cine, todos bien chiquillos, pero que parecían disponer de una imaginación cinematográfica que no ha presentado todavía el cine peruano. No sólo una imaginación cinematográfica, sino que me parecía observar que también a nivel narrativo, querían salir de las estrechas miras del realismo al que hasta ahora había estado sometido el cine que se ha hecho en Perú. No tanto como eso, es cierto, porque estaba viendo el corto de Salvini "San Juaneco", con Martín Moscoso como un loco junto al río Rímac y daba un producto realista más angustioso e interesante que las adaptaciones de Vargas Llosa y Ribeyro, pero también estuve viendo "En la selva no hay milagros", y "la muralla verde" de Armando Robles Godoy, y ambas son películas muy interesantes, que transportan a un sobrecogimiento de lejanía, además la chica de "La Muralla Verde" me hizo recordar a mi amiga Tamia Portugal y eso también me tuvo entretenido. Hay algo que rebasa, un manto de grillos que lo oscurece todo. He visto también una película de Robles Godoy, digital, muy reciente, en la que hay una larga escena de sexo con Mónica Sánchez, y esa sí que es una buena bazofia indignante. Así que es un placer estar pensando estas cosas y saber que Karina, Juan Daniel, pueden recoger estos pensamientos.

De otro lado, ayer estuvimos en Patagonia de Calle Bolívar con Jo-Marie. No sé, ayer me gustaba lo granate del vino y había esa voracidad de sentirlo en la garganta un poco amargo y perderme en mis pensamientos, aunque también había un Batman y Robin chiquititos en el pequeño video-juego de Simón, superchéveres, otro muñequito que era igualito a Felix El Gato que iba reventando paredes y saltando de nivel a nivel, dije un disparate sobre Alberto Flores Galindo, y como todo cae después sobre mi como un estante lleno de libros, me arrepiento de lo que digo y me siento posteriormente estúpido muy estúpido, vino esa verguenza pero menos que otras veces y más bien estuve contento de tener la libertad para decirlo (el disparate), en realidad me había desesperado no poder contar con comodidad pequeñas historias sobre los irakíes en París y el modo cómo estos se emborrachaban en el invierno tomando por completo un parque en Boulevard Magenta, algo de verdad deprimente porque el extravío de estar en Francia se siente redoblado al mirarlos. Luego Jesús preguntó si sabíamos quién era Boris Becker y la encantadora Bea ya había salido del recinto, y los fondos rojos de las paredes estaban un poco más cerca.




Imágenes del corto de Aldo Salvini "San Juaneco", no he encontrado imágenes en you tube de ninguna de las películas de Robles Godoy.

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