lunes, 10 de diciembre de 2007

Tu ausencia

A continuación una carta que me escribieron en febrero del 2003. No tengo clara idea de porqué, o si es distinto para otras personas, pero siempre he recibido correspondencia que me ha dejado movido, quebrado, desnudo...

"Y continuaremos creyendo que el tiempo juega a nuestro lado. Como ayer, que llegamos a Lima, cenamos en un italiano auténtico y luego tomamos más de un par de vinos mientras conversábamos en el Juanito. Y claro que nos acordábamos de ti.Tratamos temas que pudieron llegar a ser interesantes, sobre sociedad, amor, hijos, espíritu...cuasi interesante, cuasi banal. Son tantas las veces que me veo dentro de una tesitura sin hallarme realmente, sin lograr que pueda llegar a interesarme lo suficiente para participar de ello de manera sincera...El ambiente no llama más que a frases hechas, categorizando como vía para dar por terminada la conversación, aunque de esa manera sólo tú seas la responsable de dar por finalizada la "maravillosa" velada...y fantástico, pude al fin llegar a mi cuarto, fumarme un waka y visualizar el viaje, el tránsito hacia otra realidad que apenas lograba recordar fiablemente. El viaje a Los Angeles sin sobresaltos, allá 12 horas de espera en el aeropuerto, pura gloria de silencio bajo mi walkman...Save me, William Orbit, y Trío como novedad. Y llegada a Madrid junto a un españolito pituco que pasó horas ante su lap escribiendo una puta e insulsa cartita de semitrabajo, para disimular no más la carencia de conversación y la incomodidad por no tenerla. Tomaba white label mientras yo respiraba haciéndome la dormida. Y de repente me duermo y sueño con que el alcohol me embriaga...¿dónde me encuentro?...El coleguita acurrucado bajo mi brazo (postura harto incómoda), con tremendo colocón, emanando purito alcohol y casi colocándome con los efluvios de su respiración. Desde luego, salir de tu país para convertirte en eso. Lo más gracioso es que cuando desperté de nuevo se había cambiado de asiento, no tardando más de un minuto en acercarse a decirme lo profundamente que duermo, y que él no había podido dormir un solo segundo. Infeliz al que no me apetecía responder, claro, pensaba, y éste de veras cree que el que dormía cogido a mi brazo era el clon salido del maletín de su computadora? Debo tener una pinta de más colgada de lo que realmente estoy, está claro, pero por primera vez pasé a aduana en España sin que registrasen todas mis maletas.

Y llegué a casa de D. (que reside en los madriles), durmiendo más de treinta horas de un tirón. Al despertar supe que mi amigo J. nos había dejado para siempre, y creo haber sufrido con una intensidad brutal, la distancia me arañaba haciéndome sentir ajena a todo lo ocurrido. Sentirte fuera de juego, desaparecer de los corazones que te arraigan a tu tierra. Y continúo mal y desganada. Tras la noticia no consigo salir de la oleada de vulnerabilidad que desencadenó la ausencia...Y bueno. Espero tomar el tren a Málaga esta tarde, sobre las seis, y llegar amparada por la noche a mi ciudad. El saber que mañana pasearé con mis animales, me perderé en la playa, abriré las maletas y visitaré a mi familia podrá acercarme a la realidad sin exigir tan arduo esfuerzo por mi parte. Ya te contaré. Y fantástico lo de tu sueldo y la waflera. Del primer sandwich disfrutad un bocadito a mi salud, que yo brindé por vosotros la otra noche y por poco acabo los viñedos de mi país".

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