jueves, 21 de agosto de 2008

Leyendo

Cuzco está muy bien, realmente muy bien. Ayer conocí a Paul y Julie, una pareja: él de Martinica, ella de Rennes, en La Bretaña francesa. Esto es cosa que ocurre “muy mucho” en esta ciudad, que conoces gente de golpe y las conversaciones son en varios idiomas y todo fluye de puta madre. Les dije que conocía Vannes, al lado de Rennes, y de ahí ya hablamos de cualquier cosa que venía. Tomamos unas cervezas negras en el café de Ada y fue una oportunidad para practicar el francés. Es bastante claro que en esta temporada de Cuzco mi práctica del francés va a mejorar mucho. Pero, en fin, venían del Ausangate y estaban totalmente agusto en el Perú, aunque en realidad hablamos más del asunto de los transgénicos porque Julie tenía una posición crítica al respecto. Qué bueno es estar en el café de Ada por estos días, Paloma hablando con su gesticulación de manos y riéndose con esa risa tan burlona (Paloma ya apareció en este blog en el post “Manos de anarquista”). En la actualidad dice que me odia porque yo la friego con las cremas que se pone en la cara por sus alergias, le digo “¿vas a dejar otra vez que se te derrame el Colgate en el cachete?” y se enoja y se pone a decir esas cosas que sólo Paloma puede decir.

Los franceses tienen un blog con sus fotos del viaje: el blog es
http://www.wayrachakis.blogspot.com /.Quise escribirles un comentario pero me di con la dificultad para poner comentarios en los blogspot, que como yo, hay mucha gente que rebota y desiste de poner comentarios.

Ayer han pegado las fotos de su viaje por el nevado Ausangate y muchas aves, que es la pasión fotográfica de Paul. De otro lado, esta es una temporada del todo idónea para el estudio. Estoy cuasi-enamorado del libro de Franco Venturi, sobre el populismo ruso, y ya se me ha ocurrido que en unos tres meses voy a dictar charlas sobre Eric Hobsbawm, Edward Hallett Carr, Fernand Braudel, Carlo Ginzburg, y un acercamiento a Clifford Geertz. En la actualidad estoy sintiendo un predominio de las opiniones y de la influencia del pensamiento de Michel Foucault, y entonces, a mi me desespera que los puntos de vista se concentren tanto sobre una perspectiva, y en gran medida, por eso mi idea de hacer esas charlas, para ampliar el panorama. Por lo demás, quienes asistirán a estas charlas serán mis amigos cuzqueños, lo que me complace sobremanera. El otro día me deprimí bárbaramente leyendo un texto sobre Foucault, todo lo relativo a la finitud del saber humano me golpea como la pica que mató a León Trotzky, de ahí que estuviera después tomando cervezas negras casi a las seis de la tarde, con el cielo espléndido de Cuzco burlándose de mi, y más tarde bailando sin pensar ya nada de nada esa canción Love them again us apart, -¿así se escribe?- de Joy Division, entre un montón de españolas que yo decía que eran argentinas, en 7 Angelitos.

Bueno, voy a seguir ahora con el hermoso libro de Franco Venturi. Dicho sea de paso, siento en la actualidad que tengo una pasión desatada por el mundo de las ideas. En esta cabina de internet (que está bajo el departamento) tocan una de Led Zeppelin.

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