viernes, 29 de agosto de 2008

¿Pueden los fantasmas buscar la justicia y la verdad...?

Me impresioné. No me impresioné poco, me impresioné mucho. Subimos con Hernán por la Avenida El Sol y entramos a un edificio con muchísimas oficinas. Estuve medio lelo viendo todas las placas que habían en las puertas, las que decían "abogado","dentista", placas doradas como en el cuarto piso del Poder Judicial, que dice grande en la puerta de una oficina "Ilustre colegio de abogados del Cuzco". Pero en este caso estábamos buscando a una arquitecta, y nos hicieron esperar un momento hasta que llegó. Sacó del estante un libro grueso, con un empastado verde de cuero, que era su tesis universitaria, y de pronto dijo: -Esta es San Martín de Haquira. Si usted, incógnito lector, no conoce el pueblo de Haquira, en Cotabambas, Apurímac, le digo que no conoce un pueblo lindo lindo, con un gran peñón de piedra al lado de la plaza (la Qaqacárcel). Es una ignorancia desafortunada no conocer Haquira. Pero bueno, no se pueden conocer todas las cosas. El asunto es que por una serie de peculiaridades históricas el pueblo de Haquira tiene 6 iglesias coloniales, la concentración demográfica indígena en la zona parecía ser grande y entonces hay regadas en los alrededores de Haquira 6 iglesias que la mayoría de ellas están bastante abandonadas y destruidas.

Bueno, pero volviendo a la arquitecta ella de pronto fue pasando las hojas y mostró una hoja que le parecía particularmente reveladora. Lo revelador eran las fotos que estaban en esa página.

Eran 3 fotos de la iglesia de San Martín de Haquira (la iglesia que está en la plaza se llama de San Pedro de Haquira), con una lectura en medio de la página. Una foto mostraba en panorámica el canchón y las paredes del templo, y en una de las paredes aparecía un pequeño hombre acomodado contra la pared. La distancia de la panorámica mostraba pequeño a ese hombre. Otra foto no mostraba nada especial, sólo una ilustración de la iglesia, y una tercera foto tenía de nuevo a ese hombrecito encima de un arco de la iglesia. El asunto es que la arquitecta decía que cuando tomó la foto no había nadie, y era fácil darse cuenta de la presencia de un hombre, así que era un completo misterio la presencia de este hombre en la foto. Debo aclarar que el trabajo de campo sobre las iglesias lo hizo en 1994 y la tesis fue presentada en la UNSAAC en el año 2000.

Todo esto es pertinente de señalar, porque aquí la cuestión temporal es del todo relevante. Sucede también que en la restauración de un templo en 1994, un obrero se acercó a la arquitecta y le confesó una información espeluznante. Que él formaba parte del grupo del ejército que ingresó en Haquira en diciembre de 1988. Los sucesos de Haquira de diciembre de 1988 alcanzaron una repercusión nacional porque fueron asesinados 3 franceses que trabajaban en el CICDA junto a 2 trabajadores peruanos. Pero la versión oficial y consensual y la que siempre se ha contado es que una columna de Sendero Luminoso ingresó en Haquira, tuvo detenidos a muchos de los trabajadores del CICDA en la casa que está al lado del municipio y degolló a los franceses de una manera inclemente, de la forma sanguinaria con que solía actuar Sendero Luminoso en el Perú de fines de los 80s. Pero este obrero que trabajaba en la restauración en 1994 le dijo que no, que él formaba parte de un grupo del ejército que estaba en la zona, y que un buen día habían decidido disfrazarse como gente de Sendero, pues tenían información o sospechaban que el CICDA proveía como cupo gasolina o pertrechos, o sabe Dios qué cosas, a las columnas de Sendero que pasaban entre Haquira y los pueblos cercanos de Cotabambas y Chumbivilcas. Quizás una información falsa del todo, pero el asunto es que actuaron en consecuencia y asesinaron a los franceses. Este episodio de la matanza de Haquira, se sabe, fue la que desencadenó el retiro de la cooperación francesa del Perú por esos años, y hasta donde sé, todos los testigos o actores del episodio, entre ellos, el del que fue luego alcalde de Haquira y excelente persona, William Gonzáles, tienen la certeza que fue Sendero Luminoso el que perpetró los hechos.

Así como hay una versión oficial o consensual de los hechos, también existe una interpretación "correcta" de lo que sucedió. Esa interpretación correcta está reseñada en el libro de Nelson Manrique "El tiempo del miedo" (2003), en el cual al referirse a los hechos de Haquira encuadra estos sucesos en la disputa entre Sendero Luminoso y la Izquierda Unida por el control de las organizaciones populares del sur peruano (algo por lo demás enteramente verificable en las disputas que se dieron por esos mismos años en las luchas de tierras en Puno), de modo que la acción contra el CICDA y los franceses, respondería a una presunta cercanía entre las políticas de desarrollo agrario que propugnaba el CICDA y la línea de acción de la Izquierda Unida, de modo que la columna de Sendero Luminoso habría actuado de forma sanguinaria en función de esta disputa. Veinte años luego, un obrero de restauración que fue soldado en esa época nos muestra la facilidad con que podemos armar argumentos convincentes acerca de tantas cosas, sin que por ello, la respuesta que damos tenga que ser necesariamente cierta.

La arquitecta piensa que el hombrecito que está en las fotos de la iglesia de San Martín de Haquira es Thomas, uno de los franceses, y que si aparece en las fotos es porque tiene pendiente con los vivos una cuenta dolorosa, y que desea que se conozca la verdad, es decir, que no fue Sendero Luminoso sino más bien el ejército quien cometió la matanza, y que quizás si se hace un retrato hablado entre los testigos reconociendo a los cabecillas de esta asonada, y se coteja en los documentos del ejército, quizás se encuentre a los verdaderos culpables de la matanza, que probablemente estén vivitos y coleando en alguna parte del país. ¿Pueden los fantasmas buscar la justicia y la verdad? ¿Pueden hacerlo en medio de la estúpida impronta de las aseveraciones cotidianas del ministro de Defensa del gobierno aprista, Antero Flórez Araoz?, jurásico negador de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad. Ojalá que sí.

jueves, 21 de agosto de 2008

Leyendo

Cuzco está muy bien, realmente muy bien. Ayer conocí a Paul y Julie, una pareja: él de Martinica, ella de Rennes, en La Bretaña francesa. Esto es cosa que ocurre “muy mucho” en esta ciudad, que conoces gente de golpe y las conversaciones son en varios idiomas y todo fluye de puta madre. Les dije que conocía Vannes, al lado de Rennes, y de ahí ya hablamos de cualquier cosa que venía. Tomamos unas cervezas negras en el café de Ada y fue una oportunidad para practicar el francés. Es bastante claro que en esta temporada de Cuzco mi práctica del francés va a mejorar mucho. Pero, en fin, venían del Ausangate y estaban totalmente agusto en el Perú, aunque en realidad hablamos más del asunto de los transgénicos porque Julie tenía una posición crítica al respecto. Qué bueno es estar en el café de Ada por estos días, Paloma hablando con su gesticulación de manos y riéndose con esa risa tan burlona (Paloma ya apareció en este blog en el post “Manos de anarquista”). En la actualidad dice que me odia porque yo la friego con las cremas que se pone en la cara por sus alergias, le digo “¿vas a dejar otra vez que se te derrame el Colgate en el cachete?” y se enoja y se pone a decir esas cosas que sólo Paloma puede decir.

Los franceses tienen un blog con sus fotos del viaje: el blog es
http://www.wayrachakis.blogspot.com /.Quise escribirles un comentario pero me di con la dificultad para poner comentarios en los blogspot, que como yo, hay mucha gente que rebota y desiste de poner comentarios.

Ayer han pegado las fotos de su viaje por el nevado Ausangate y muchas aves, que es la pasión fotográfica de Paul. De otro lado, esta es una temporada del todo idónea para el estudio. Estoy cuasi-enamorado del libro de Franco Venturi, sobre el populismo ruso, y ya se me ha ocurrido que en unos tres meses voy a dictar charlas sobre Eric Hobsbawm, Edward Hallett Carr, Fernand Braudel, Carlo Ginzburg, y un acercamiento a Clifford Geertz. En la actualidad estoy sintiendo un predominio de las opiniones y de la influencia del pensamiento de Michel Foucault, y entonces, a mi me desespera que los puntos de vista se concentren tanto sobre una perspectiva, y en gran medida, por eso mi idea de hacer esas charlas, para ampliar el panorama. Por lo demás, quienes asistirán a estas charlas serán mis amigos cuzqueños, lo que me complace sobremanera. El otro día me deprimí bárbaramente leyendo un texto sobre Foucault, todo lo relativo a la finitud del saber humano me golpea como la pica que mató a León Trotzky, de ahí que estuviera después tomando cervezas negras casi a las seis de la tarde, con el cielo espléndido de Cuzco burlándose de mi, y más tarde bailando sin pensar ya nada de nada esa canción Love them again us apart, -¿así se escribe?- de Joy Division, entre un montón de españolas que yo decía que eran argentinas, en 7 Angelitos.

Bueno, voy a seguir ahora con el hermoso libro de Franco Venturi. Dicho sea de paso, siento en la actualidad que tengo una pasión desatada por el mundo de las ideas. En esta cabina de internet (que está bajo el departamento) tocan una de Led Zeppelin.

martes, 19 de agosto de 2008

Cuzco-Perú

Estoy a la deriva en Cuzco, pero tranquilo, muy tranquilo. He pasado la mañana viendo el partido de Argentina y Brasil, y me he sentido muy antipático. Percepciones subjetivas, flujo irremediable y arbitrario de la conciencia. Sentirse antipático, sentirse inspirado, sentir admiración o sentir huevadas. Por primera vez vi Closer más articuladamente ayer, pero no terminé de verla porque ya después de la escena de Natalie Portman con la peluca rosada platinada y su sonrisa me dieron ganas de salir a vagar. Y vagué no más. No he ido ya donde N., me ha dolido el estómago. Sucede todo y no sucede nada. Al llegar a 7 Angelitos Walter me dijo que me había quedado dormido el otro día: ¡Qué tal borrachera!, dijo. A qué nivel he llegado que me es indiferente quedarme dormido en un bar donde todos se mueven en plan de seducirse. No sé, no sé, nada sé.

Pocas impresiones en realidad de Cuzco. Me impresionó C. Me impresionó porque me pareció particularmente lúcida. Pero en realidad lo que pasa es que estoy impresionable, aunque me olvido a cada momento de todo. Si estoy impresionable, entonces tiene que impresionarme una chica como C., que inusitadamente, tiene “una rebeldía al día”, y también, al parecer, un temperamento al tiempo dulce y fuerte. En fin. Me duele algo la cabeza. Debe ser el Prozac que todo lo altera.

Mostro el lugar donde vivo, y bajar en la mañana por la carretera rumbo al mercado Rosaspata, un solazo cuzqueño solazo solazo, seguir por Recoleta hasta Choquechaka , cruzarme con quien sea, estoy a la deriva en Cuzco, pero tranquilo, muy tranquilo.

sábado, 9 de agosto de 2008

Janis Joplin

Me gusta mucho este video. Obviamente no es ninguna novedad, porque este video tiene millones de visitas, pero me gusta tanto la introducción tan barroca a Summertime y Janis es tan superstar, rabiosa y viva, que quedo rendido.

Loco por los libros

Estoy por viajar a Cuzco. Acabo de leer lo que ha escrito Emilio (uno de los mellizos Cazorla) y me parece increíble. Que un pata de mi barrio de infancia haya leído lo que escribí sobre Barboncito. Tanto extraño Barboncito. Y bueno, esta mañana estoy loco por los libros. Por suerte, en Lima les puedes sacar fotocopias a libros enteros, cosa que hoy fotocopio el libro de Gilles Deleuze sobre Foucault, y el de Didier Eribon que establece todas las correlaciones entre Foucault y Lévi-Strauss y Georges Dumezil. Acabo de escribir un artículo en La Industria de Chiclayo sobre las ideas de Claude Lévi-Strauss, y el otro día hacia las 3 de la mañana estaba enloquecido con el libro de Luis Abad sobre Lévi-Strauss, las críticas que a Lévi-Strauss dirigía Mary Douglas.

Sé que Mijail Bakunin se quedó desvelado leyendo a Hegel toda la noche cuando lo descubrió, yo no seré Mijail Bakunin, pero me parece que me quedo desvelado leyendo muchas noches, sino a Roberto Calasso sobre Kafka, o las novelas de Louis Aragon, que son tan entretenidas.

Como nunca en este blog he demostrado esta locura lectora. Va siendo momento, ya que de cualquier modo, después la pasamos bailando entre pisco sours Catedral en la barra del Hotel Bolívar, y el espectáculo es tan ridículo, tan ridículo (y tan feliz), mientras N. suelta todo su encanto elevando por los aires al Waldir (el Waldircito, tan genial niño puneño y peruano como una papita rellena)
y tocan por quinceava vez California Dreamin...que después que pasamos todo eso, digo, ya no importa darse a conocer un poco más. C'est tout.